LAS REGLAS DEL JUEGO
Hoy más que nunca internet necesita de una “legislación” que regule su uso y consumo. Cada vez somos más los que accedemos a esta red de comunicaciones y cada vez son más las actividades que realizamos desde aquí. Personas de todas las edades, sexos y culturas nos encontramos en esta “nube de contenidos” para entretenernos, socializar, intercambiar información, e incluso negociar... Entonces se vuelve más que necesario establecer las reglas del juego, no tanto como un conjunto de doctrinas que limiten su uso, sino como una serie de libertades que nos permitan avanzar aún más.
Hoy más que nunca internet necesita de una “legislación” que regule su uso y consumo. Cada vez somos más los que accedemos a esta red de comunicaciones y cada vez son más las actividades que realizamos desde aquí. Personas de todas las edades, sexos y culturas nos encontramos en esta “nube de contenidos” para entretenernos, socializar, intercambiar información, e incluso negociar... Entonces se vuelve más que necesario establecer las reglas del juego, no tanto como un conjunto de doctrinas que limiten su uso, sino como una serie de libertades que nos permitan avanzar aún más.
De alguna forma, internet unifica a la población mundial al permitir que todos tengamos acceso a la misma información. Pero esto no es tan sencillo, en ocasiones el “viejo mundo” (entendido como el gobierno de cada país con sus fronteras territoriales) choca con el “nuevo mundo” (un mundo virtual y sin fronteras).
Es muy difícil, si no imposible, establecer un control centralizado y global de internet. En algunos países como Irán, Cuba, Corea del Norte o China, el gobierno censura ciertos contenidos de Internet, por considerarlos a sus criterios. La censura se hace mediante filtros, sin embargo, muchos usuarios de internet pueden burlar estos filtros. Incluso están disponibles en la red una serie de tutoriales que explican cómo saltar las trabas que los gobiernos de dichos países ponen a los contenidos de Internet.
Hoy en día, internet (inalámbrica) está disponible en casi todos lados, incluso en plazas al aire libre. Esto demuestra que es imposible restringir las libertades que internet da a sus usuarios. Así, lo más coherente sería idear una serie de puntos, como libertades que marquen las reglas del juego para este nuevo mundo que implica el acceso a internet, y esto es lo que propone Jeff Jarvis en A Bill of Rights in Cyberspace.
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